Archivos Mensuales: noviembre 2012

Nunca hablaremos inglés

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¿Vosotros también lo creéis? Si tenéis un ratito, leed este artículo que escribe Raúl Fernández, profesor en una universidad de Polonia, y opinad.

Este profesor considera que el problema real está en la formación lingüística universitaria que reciben los futuros profesores. Afirma que los estudiantes de Magisterio y Filología Inglesa no tienen un buen nivel de inglés como para impartir sus clases con soltura en esa lengua. Sin embargo, dice que la carrera de Traducción e Interpretación sí que se ciñe a la adquisición de las lenguas extranjeras como objetivo principal. Puede que tenga razón, en parte. Sin embargo, como licenciada en Traducción e Interpretación puedo asegurar que el 80% aproximadamente de mis estudios se basaron en el trabajo a fondo de análisis de textos, contextos, estructuras gramaticales y expresiones lingüísticas a nivel escrito. La competencia comunicativa fue trabajo completamente autónomo, saliendo al extranjero, asistiendo a las clases de la Escuela Oficial y buscándome mis propios recursos desde casa. Las cuatro asignaturas obligatorias de interpretación que ofrecía la carrera me parecieron un suplicio porque, es cierto, que necesitas un dominio de la lengua y una agilidad que ninguna otra asignatura de la carrera te había proporcionado. No sé con el Plan Bolonia si el currículum habrá cambiado y estará más enfocado al desarrollo comunicativo de la lengua. No obstante, no reniego de la formación que recibí, ya que desde el principio nos informaron de que la carrera estaba más centrada en la traducción que en la interpretación. Trabajar con un texto escrito, lógicamente, requiere otras habilidades bien diferentes a las que supone interpretar un texto oral.

Por otro lado, el antiguo Certificado de Capacitación Pedagógica (CAP) que tuve que cursar para poder optar a una plaza como profesora en un centro público de enseñanza secundaria, carecía de significado conforme se enfocó en aquel momento. Puedo afirmar que no me ayudo en nada a la hora de enfrentarme después a una clase o a la hora de preparar una clase o a la hora de programar…

Estoy de acuerdo, pues, con Raúl Fernández en que el cambio empieza por una transformación en el concepto de enseñanza-aprendizaje/adquisición de las lenguas y su aplicación desde los ámbitos de la enseñanza superior. No obstante, otra vez hago referencia a mis estudios, nuestro país cuenta con una historia del doblaje cinematográfico bien arraigada, lo que, por un lado, es genial porque existen traductores audiovisuales y actores y directores de doblaje que pueden dedicarse a lo suyo; pero, por otro lado, desde mi punto de vista, este hecho ha llevado a nuestra sociedad a ser reacia a ver películas en versión original. Es bien sabido que muchos países europeos no tienen esta tradición de doblar las películas extranjeras y tienen el oído muy habituado a otros sonidos y otras lenguas, mayoritariamente el inglés. Yo sí que creo que el hecho de encender la televisión y ver una película en versión original y subtitulada es una ayuda potencial a la hora de adquirir una lengua. De hecho, puedo decir que mi francés empecé introduciéndolo a través de los programas y películas que emitía una pequeña televisión que me compraron mis padres para que no me sintiera sola en aquella pequeña habitación de aquella gran residencia universitaria de Pau, al sur de Francia, mientras cursaba unas asignaturas de mis estudios gracias a la beca ERASMUS. Mi experiencia con este medio fue tan positiva, que es uno de los consejos que me permito darles a mis alumnos… Mirad películas en versión original, buscad en internet programas que os puedan gustar y miradlos en inglés, cambiad el idioma de las series de la tele y escuchad las voces reales de vuestros actores y actrices preferidos, fijaos en los acentos, imitadlos… aprovechad el acceso a cualquier tipo de información que os interese en inglés… os ayudará muchísimo!

¿Escribir una redacción? ¿En inglés? Sí, claro…

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Pues vaya si me ha tocado escuchar esto veces… A ver, claro que en inglés, ¿esto es clase de qué? Nada, esta mañana mis queridos alumnos de un grupo de 4ESO tenían que trabajar la expresión escrita. Debían escribir en clase una entrada de un diario explicando cualquier experiencia que hubieran vivido y adivinad qué… ¡Un desastre! Este grupo está formado por 17 alumnos 15 de los cuales repiten curso y la mayoría de ellos no tiene ningún interés en absolutamente nada. Su nivel es muy muy básico, así que ante la desesperación, les he pedido que redacten en castellano para ver qué tal se manejan en su lengua materna. Antes hemos trabajado la estructura del texto y el tipo de información que debía contener cada párrafo. Además, hemos analizado los conectores que les serían útiles a la hora de crear un texto coherente y bien cohesionado. En la sesión de mañana veremos el resultado, pero navegando un poco por internet, me he encontrado con una página que sugiere diferentes enlaces relacionados con la actividad de escribir.

No podemos negar que los chavales escriben mucho durante el día: sms, correos electrónicos, mensajes en redes sociales, en foros… pero lo cierto es que cuando se trata de escritos académicos, están perdidos. En esta página proponen que acerquemos la escritura a los contextos en los que ellos se suelen mover:

Por otro lado, hay que hacerles entender que las cosas se consiguen dedicándoles tiempo y esfuerzo, pero especialmente las redacciones requieren mucho tiempo y dedicación. Ellos lo quieren todo para ya, y, claro, cuando les pedimos que se centren en hacer una actividad de manera más tradicional como puede ser coger un boli y un papel y escribir sobre cualquier cosa… se desesperan. Es necesario explicarles cuál debería ser el proceso de que debe seguirse para realizar un buen escrito y asegurarse de lo que lo han entendido. Para ello, aquí tenemos otros enlaces bien útiles para cada paso:

Finalmente, otro consejo que se sugiere es incluir la evaluación en el mismo proceso, proporcionándoles ejemplos de buenas y malas redacciones y explicándoles los motivos.

Aquí tenemos un ejemplo de criterios de evaluación del IELTS que podemos adaptar a nuestras clases: http://www.ielts.org/pdf/UOBDs_WritingT2.pdf

Y esta es una herramienta para crear tus propias categorías de evaluación: http://rubistar.4teachers.org/

Espero que os pueda ayudar. A mí, de momento, ya me ha aportado algunas ideas que utilizaré mañana en clase.

El aprendizaje del inglés y la conciencia social

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Mirad lo que me acabo de encontrar.

http://www.disabled-accessfriendly.com/

Disabled Access Friendly es una página dedicada a concienciar a los estudiantes de inglés lengua extranjera sobre la discapacidad de movilidad reducida y a ayudarles a entender que a través de sus propias acciones ellos pueden provocar un cambio. Pretende allanar el camino para progresar tanto en actitud como en infraestructura con el objetivo de que la gente con movilidad reducida esté menos aislada y se sienta con energía para vivir de manera más independiente.

Echadle un vistazo porque es interestísima. Proporcionan diferentes unidades didácticas en diferentes niveles adaptados al Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas con materiales audiovisuales y textuales.

Espero que os pueda servir para vuestras clases.

Aquí la página de Facebook para que les sigáis.

Saludos.

 

Una joya del 2012

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El pasado 13 de agosto un compañero de trabajo me enlazó una película documental en Facebook y me la recomendó encarecidamente. No os lo vais a creer, pero hasta este fin de semana no he podido sacar 2 horas 35 minutos para sentarme y disfrutarla en dos partes. Seguro que muchísimos de vosotros ya la habéis visto y los que no hayáis tenido la oportunidad, sacad un ratito porque vale mucho la pena.

La Educación Prohibida” es un largometraje argentino independiente que surgió de unos estudiantes de Comunicación Audiovisual y su preocupación por el futuro de la Educación. A modo de resumen, se cuestionan los 200 años de existencia de la escuela como la entendemos hoy en día y sacan la conclusión de que ésta se ha dedicado y se dedica a formar a personas obedientes, dóciles y preparadas para seguir formando parte y repitiendo el modelo impuesto por el poder.

Se tratan tantísimos aspectos de la educación que necesitaría horas y horas para reflexionar y expresar todos los sentimientos que me produjo esta joya de documental. Sin embargo, sí que os voy a dejar el concepto en el que se debería basar la educación según todos los pedagogos y profesionales de la docencia que han colaborado en este proyecto. De acuerdo con sus ideas, la educación debería estar basada en los pilares del amor, del respeto, del aprendizaje y de la libertad.

¿Qué creéis vosotros? Desde mi punto de vista, el amor es clave para incrementarles su propia autoestima, para que se sientan seguros y respetados, para que entiendan que ellos son el elemento más importante del proceso educativo y para que se motiven a buscar sus propios intereses y alicientes en la vida.

Os dejo un listado de las pedagogías y métodos tratados en la película por si os interesa profundizar un poco más en ellos:

En cuanto a las críticas, unos consideran que el planteamiento de estos profesionales es una mera utopía imposible de aplicar. Otros, he leído, consideran que no han abordado el ámbito familiar en relación a la importancia que tiene en la educación de los niños (yo también lo he echando un poco en falta). Si os interesa…

Aquí os dejo el trailer que sólo dura 3’08» y ya os deja con ganas de mucho más.

La película entera la podéis encontrar en YouTube, ya que es una película copyleft: gratis y legal, cuyos productores animan a la difusión, copia, adaptación y traducción de la misma. Pero os la dejo aquí también.

Y si pincháis aquí, tendréis acceso a su página de Facebook, que ya cuenta con 68.301 seguidores y en la que podréis encontrar información sobre la película o sobre la educación en sí.

Deseo que os entusiasme y os motive a probar cosas nuevas. Al menos, a tratar a los estudiantes con amor. Es la base para que luego todo funcione mejor.

¿Cuáles son las características de un profesor excepcional?

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Hoy he leído una entrada en un blog de una profesora de inglés irlandesa cuyos mayores intereses están relacionados con técnicas de motivación.

El post lo titulaba así: What makes an outstanding teacher? (¿Qué hace que un profesor sea excepcional?) y planteaba estas tres preguntas:

  1. ¿Cuáles son las diferentes cualidades de un profesor excepcional?
  2. ¿Tienes alguna de esas cualidades? ¿Cuáles?
  3. ¿Qué es lo que te motiva para convertirte en un profesor excepcional?

De acuerdo con Sylvia, un profesor excepcional tiene tres características:

  • INCOMPETENCIA CONSCIENTE: que define como el estado de saber que no lo sabes todo. Un profesor humilde que desea dedicarse a la enseñanza y desarrollo profesional de por vida debe tener las facultades para saber qué no sabe. señalar las propias limitaciones es un manera genial de destacar nuevos objetivos y de sentar nuevas bases en la educación, comunicación y calidad de vida. la autoevaluación también ayuda al docente a seguir sintiendo pasión y fascinación por la educación, ya que siempre hay nuevos retos, nuevas tecnologías, nuevas maneras de captar la atención y de pasarlo bien en clase. Saber lo que no sabes como profesor te permite buscar respuestas para hacer uso de tus experiencias e inteligencia emocional que establezcan vínculos de confianza con los alumnos.
  • COMPETENCIA CONSCIENTE: que describe como el hecho de saber lo que sabes. A medida que valoramos lo que nuestros alumnos han aprendido, el objetivo debería ser reconocer lo que nosotros hemos aprendido por nuestra parte. Igual que deseamos fomentar seguridad en nuestros estudiantes, debemos también cultivar nuestra propia confianza. Enseñar puede llegar a ser duro si perdemos contacto con: nuestro profesor interior, lo que tenemos que compartir y los motivos por los que estamos en clase.

En este punto, destaca bastantes cualidades, entre otras:

  1. tener conocimiento experto de la materia.
  2. ser un apasionado del aprendizaje y desarrollo profesional
  3. inculcar en los estudiantes el amor por aprender
  4. saber cuál es la importancia del arte de preguntarse
  5. enseñar más allá del tema modelando las virtudes más importantes de la vida.
  • COMPETENCIA INCONSCIENTE: que la explica como la capacidad de saber algo tan bien de haberlo interiorizado hasta tal punto que somos conscientemente inconscientes de la profundidad del conocimiento que poseemos o que hemos desarrollado a lo largo de los años. Esta competencia inconsciente, comenta, es el objetivo final que debemos conseguir. un dominio que no cuesta ningún esfuerzo. Todos lo queremos. Aunque quizás la tengamos, puede que no seamos conscientes de poseerla.

Mientras la competencia consciente normalmente reside en las habilidades del aprendizaje, la competencia inconsciente hace referencia a la personalidad, maneras de relacionarse con otros, lenguaje corporal y mucho más. A menudo, los profesores que han desarrollado un sentido de integridad, irradian una especie de seguridad en ellos mismos. Éstos han conseguido dominar el arte de la comunicación hasta el punto que la dinámica de la clase fluye, inspira y crea un ambiente maravilloso de bienestar.

Las cualidades que apunta para esta competencia son las siguientes:

  1. visión
  2. pasión
  3. comodidad en la piel de uno mismo
  4. alegría en reconocer dones en nuestros alumnos
  5. alegría en destapar las mentes y talentos de nuestros estudiantes
  6. fluidez, compenetración y emoción

Todas estas características producen:

  1. estudiantes independientes que saben que son especiales y tienen talentos individuales.
  2. estudiantes que lo pasan bien y disfrutan aprendiendo
  3. estudiantes emocionalmente inteligentes que harán del mundo un lugar mejor
  4. aprendices de la competencia consciente en la vida y seres humanos inconscientemente competentes cautivados por el arte de vivir.

Para finalizar, deja al aire la siguiente pregunta: ¿Eres tú un docente excepcional?

Yo tengo una respuesta y ¿vosotros?

Desde mi propia experiencia, puedo afirmar que todo lo que explica esta profesora está bastante descontextualizado, pero aún así considero que el estado de ánimo en el que nos encontremos antes de enfrentar una clase puede determinar radicalmente el resultado de la misma. En mi caso, puedo contaros que en dos de los siete grupos que imparto este año podría considerarme una buena docente, no sé si excepcional, pero sí buena. Los alumnos de estos dos grupos (uno de 3ESO y otro de 4ESO) son alumnos con perfiles bastante parecidos y su motivación e interés alimentan mi propio entusiasmo por la asignatura y por la docencia en sí misma. Sin embargo, el resto de grupos son grupos con alumnado la mayoría repetidor cuyo ánimo, interés y emoción por aprender se perdieron hace mucho tiempo por el camino y el resultado actual son conductas disruptivas que impiden el desarrollo normal de la asignatura. A estos grupos me está costando mucho transmitirles mi pasión, ya que sus intereses están muy alejados del contexto de un centro educativo. Algunos de los grupos pertenecen a programas de diversificación (PQPI, grupos de refuerzo) y sus estructuras familiares suelen estar completamente rotas. Lo que me planteo ahora es: ¿Dejo de lado la programación de la asignatura durante unas semanas hasta que consiga ganármelos y poderlos involucrar en el aprendizaje de la lengua o sigo lo que dicta la ley? ¿Qué es lo que yo quiero conseguir con estos alumnos? Si seguimos el Decreto que marca los contenidos, objetivos y competencias de estos cursos, leemos claramente que debemos ayudarles a conseguir saber ser personas, saber vivir y convivir y saber estar. Con estos grupos, hasta ahora, me siento bastante frustrada porque no consigo que mejoren su actitud y hasta que no lo consiga, no podré engancharlos para centrarnos en la asignatura.

WebQuests

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En mi último viaje a Londres, hice mi parada siempre obligatoria en Waterstones, una de las librerías más grandes de la ciudad, y aquel día encontré este libro:

How to… Teach English with Technology

Autores: Gavin Dudeney & Nicky Hockly

Editorial: Pearson – Longman

ISBN: 978-1-4058-5308-8

Año de publicación: 2007

Número de páginas: 192

Tras ojear el índice y la reseña de la contraportada, decidí comprarlo, ya que está dedicado a la enseñanza del inglés como segunda lengua a través de la utilización de los recursos tecnológicos más actuales del momento. Además, observé que precisamente en el 2008 le dieron el premio The Ben Warren International House Trust Prize y consideré que podría serme de gran utilidad para mis clases.

El objetivo del libro es, por una parte, presentar una gran variedad de posibilidades educativas para aquellos profesores que podríamos clasificar en la categoría M0 (mentalidad 0 – no familiarizados con las nuevas tecnologías ni los nuevos alfabetismos) y, por otro lado, proporcionar ideas para crear actividades novedosas.

A continuación os presento el índice de los 12 capítulos que lo forman:

  • Capítulo 1La tecnología en el aula
  • Capítulo 2Los procesadores de texto en el aula
  • Capítulo 3Utilizando las páginas Web
  • Capítulo 4Trabajos basados en proyectos de Internet
  • Capítulo 5Cómo utilizar el correo electrónico
  • Capítulo 6Cómo utilizar el chat
  • Capítulo 7Blogs, wikis y podcasts
  • Capítulo 8Herramientas de referencia en línea
  • Capítulo 9Programas de software
  • Capítulo 10Producción de materiales electrónicos
  • Capítulo 11E-learning: enseñanza y formación en línea
  • Capítulo 12Prepararse para el futuro

El capítulo que me animó a crear algo nuevo fue el cuarto. En él se habla del uso y de la creación de las WebQuests. El año pasado me animé a crear una basándome en una actividad de un libro y lo que conseguí fue que mis alumnos:

  1. visitaran diferentes páginas en inglés para obtener la información necesaria para completar los objetivos de la actividad.
  2. hicieran trabajo colaborativo y participativo.
  3. trabajaran todas las habilidades (comprensión escrita y oral, expresión escrita y oral, además de la competencia lingüística – gramática y vocabulario relacionados con el tema que estábamos tratando, es decir, la expresión del futuro y vocabulario de viajes)
  4. se divirtieran y perdieran el miedo a interactuar delante de sus compañeros.

Os dejo el enlace de mi webquest por si la podéis utilizar o por si os sirve de ejemplo para crear las vuestras propias. Existen miles de webquest ya creadas y seguro que mejores que la mía, pero a mí me funcionó tan bien con mis alumnos que la comparto con vosotros por si la podéis aprovechar.

https://sites.google.com/site/aroundtheworldin25days/home

Y por si estáis interesados en crear vuestra propia webquest, aquí os enlazo un vídeo tutorial para crear webquest con Google Sites.

Motivar a los desmotivados

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El otro día, una compañera de trabajo enlazó en Facebook un vídeo de una conferencia de Ken Wilson para el British Council sobre la motivación de los alumnos a través de diez técnicas diferentes. Simplemente, me apasionó. Y lo mejor de todo fue que aunque las técnicas iban dirigidas a los alumnos, a mí como profesora me hizo pensar sobre este tema y llegó a motivarme muchísimo.

Ken Wilson empezó siendo profesor de inglés lengua extranjera (EFL – English as a Foreign Language) y  formador de docentes en el ámbito de la enseñanza del inglés como lengua extranjera.  Hasta el 2002, fue el director artístico del English Teaching Theatre. Lo que más se destaca últimamente de su carrera profesional es su aportación de materiales editados sobre la enseñanza de la lengua inglesa (ELT – English Language Teaching). Además, suele dedicarse a hacer conferencias sobre temas relacionados precisamente con la enseñanza del inglés, como de la que os voy a hablar hoy.

El título de la conferencia es “Ten ways to get your students to do something” (“Diez maneras de conseguir que tus estudiantes hagan algo”). Ken hace referencia al húngaro Zoltán Dörnyei que, afirma, es la persona que más ha investigado en este campo de la motivación del alumnado. K. Wilson cita los seis factores motivacionales clave que, según unas investigaciones de Dörnyei, hacen que los estudiantes quieran asistir a tus clases. Estas claves por orden de preferencia son: que el profesor…

  1. …sea un entusiasta de lo que está enseñando.
  2. …anime a los alumnos.
  3. …crea realmente en el progreso y éxito de sus estudiantes.
  4. …se implique sinceramente para mantener buenas relaciones dentro del grupo-clase.
  5. …propicie una atmósfera de apoyo, fiable y firme.
  6. …valore las ideas y la participación de los estudiantes, fomente la autonomía y favorezca a que los alumnos puedan hacer suyo el espacio de la clase.

De acuerdo con Wilson, es muy curioso observar que de todos los puntos, el primero sea el entusiasmo del profesor. El autor pone un ejemplo de una tesis doctoral en la que se recogieron opiniones de unos estudiantes de Bucarest cuya educación se basaba en la inmersión en la lengua inglesa, lo que significa que todas sus asignaturas eran impartidas en inglés. El ejemplo más claro decía así:

“Prefiero tener un profesor entusiasta que no sea nativo, 
aunque su inglés no sea perfecto, que un nativo que no sea entusiasta”.

La clave para enganchar a los alumnos ya no a que les guste aprender inglés, sino a que les guste venir a nuestras clases es, como dijo Steve Jobbs, a amar lo que estamos haciendo.

Wilson explica que cuando tenemos un horario muy pesado, nuestros sentimientos suelen ser de miedo, ansiedad y, al final del día, de agotamiento. Por eso, considera que es imprescindible encontrar estrategias para motivarlos y entusiasmarlos. Para ello, lo que propone es que los asistentes a la conferencia se conviertan en sus estudiantes y, a la vez que explica sus diez técnicas, las pone en práctica y los mismos profesores del público las experimentan en primera persona.

Diez maneras de conseguir que tus alumnos hagan algo en clase

1. Haz que tus alumnos sientan curiosidad por lo que les presentas.

Wilson les presenta esta fotografía:

Las reacciones del público son de sorpresa. Les pregunta, en primer lugar, qué sienten al ver la foto y, luego, si quieren saber más  sobre esta persona. A partir de aquí crea diferentes actividades de expresión oral y de comprensión escrita.

2. Rétalos

A partir de las dos fotografías de abajo y de la pregunta: ¿Qué tienen estas dos personas en común?, Wilson crea una actividad grupal de comprensión lectora que reta a los alumnos a memorizar diferentes datos biográficos de los dos personajes.

           

3. Evita lo obvio

Los libros están llenos de referencias a personajes famosos, que suelen cambiar de apariencia y tienen historias poco interesantes. Pone el ejemplo de David Beckham. Wilson propone que utilicemos historias como la de Bethany Hamilton, una surfista que perdió su brazo a causa de un ataque de un tiburón y que volvió a surfear al poco tiempo del accidente.

4. Delega la responsabilidad

En este punto, Ken Wilson sugiere que el profesor hable con los tres alumnos clave en la clase y que les pida su ayuda. Cuando haya que hacer alguna actividad en grupo, estos tres alumnos los organizarán de manera que los grupos estén conformados por alumnos de diferentes niveles para poder ayudarse y motivarse entre ellos.

5. Enseña desconectado (de los materiales)

El autor comenta que es estudiante de alemán y que sus clases le desmotivan porque la profesora no se sale del patrón del libro ni de los temas que éste propone. Él considera que, de vez en cuando, es muy positivo poder depegarse de los materiales y ver a dónde lleva la conversación con los alumnos. Es cierto que muchas veces, no todos podrán seguir la conversación entera en inglés, pero ahí estamos para ayudarles. Si el tema les motiva, nos sorprenderán los rodeos que son capaces de dar para expresarse y ser entendidos.

6. Permite a tus estudiantes que utilicen sus tecnologías y sus habilidades tecnológicas

Este tema me encantó ya que él entiende el uso de los teléfonos móviles como un recurso didáctico muy positivo. Sin embargo, hoy en todos los centros donde he trabajado hasta ahora, el móvil está prohibidísimo. Nunca se ha llegado a pensar en las ventajas de tener a la gran mayoría de los alumnos con smartphones conectados a internet las 24 horas del día.

7. … y su imaginación.

Hagámosles más partícipes del proceso de enseñanza-aprendizaje y dejémosles que nos ayuden con su imaginación.

8. Descubre lo que saben y en lo que son buenos.

Permitámosles que tengan sus momentos de expresar sus conocimientos y sus habilidades. Muchas veces podremos aprovecharnos de sus aficiones y de sus intereses para crear clases que les puedan motivar a seguir aprendiendo.

9. Date un respiro

Apliquemos la metodología participativa y dejemos que sean los alumnos los participantes activos en el proceso.

10. Convierte tu clase en una tela de araña

Un poco en la línea del punto anterior, Wilson sugiere que si un alumno está participando y el resto necesita una aclaración, permitamos que sea el mismo alumno el que vuelva a repetirlo. Wilson se mueve todo el tiempo en el concepto del profesor como mediador y el alumno como participante activo y «personaje principal» del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Estos son las diez técnicas de Ken Wilson para motivar a nuestros alumnos. Aquí os dejo el enlace de la página donde podréis ver la conferencia o descargaros un artículo resumen de la misma: http://www.teachingenglish.org.uk/seminars/motivating-unmotivated

Está en inglés, pero el autor tiene un acento muy estandarizado y si tenéis nociones de inglés, no será difícil entenderlo. ¡Ánimo!