Archivo de la categoría: Estrategias para motivar a los alumnos

Cuando la maravillosa utopía se convierte en realidad

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Como ya sabéis, soy estudiante de Pedagogía y, aunque también trabajo como profesora de secundaria en un instituto público, el día a día puede llegar a ser una fuente de alimento increíble para seguir aprendiendo a leer el mundo.

Aunque no tengo tiempo para mucho, hoy no me he podido resistir a compartir con vosotros estos 16 minutos de «alucine». ¿Os suena de algo la teoría de las inteligencias múltiples? Pues a mí hasta ahora así tal cual no, pero cuando he empezado a leer claro que he reconocido las bases de la misma. De hecho, uno de mis sueños es poder llegar a trabajar en un entorno así aplicando metodologías como vais a poder observar en el pequeño documental que os enlazo. Éste presenta el proyecto educativo que el Col·legi Montserrat de Barcelona lleva a cabo desde hace un tiempo. He estado haciendo indagaciones y, con lo poco que he averiguado, he llegado a la conclusión de que se trata de una escuela privada. Las reflexiones, para otro día, aunque os animo a que dejéis vuestros comentarios y opinéis acerca de la viabilidad de llevar a cabo una revolución tal en el sistema educativo público actual. Pensar que algo así se está llevando a cabo y que es factible es emocionante.

http://vimeo.com/57968552

Si os interesa saber un poco más sobre Howard Gardner, quien desarrollo la teoría de las inteligencias múltiples, pinchad aquí.

Os dejo con una cita de este célebre investigador que merece todo mi respeto y admiración:

«El propósito de la educación es lograr que las personas quieran hacer lo que deben hacer.»

 

La música y su influencia en el estado de ánimo

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Hoy el diario The Telegraph ha publicado un artículo bien interesante en la sección de cultura y os lo copio íntegro en inglés a continuación porque creo que  podemos relacionarlo con el uso de las canciones en el aula y la motivación de los alumnos. Se titula: «Cheerful music ‘can make everyone around you look happy'» (La música alegre puede hacer sentir feliz a la gente de tu alrededor)

«The effect takes just a fraction of a second and can happen without us even being aware of it, the study musicsymbolsreveals.

The finding was made by psychologists at Goldsmiths, University of London, after a series of experiments on students.

In the tests, the volunteers listened to 15 second clips of music and their reactions to photographs of a variety of faces were recorded.

The researchers used 120 different excerpts of instrumental pop, classical and jazz. After each piece was played, the students were asked to rate the mood of the faces in the pictures.

Results showed that happy music «significantly enhanced the perceived happiness of a face.» Further studies of the volunteers’ brain waves revealed that the effect of the music was almost instantaneous. It took just 50 milliseconds for changes to take place – too fast to be under our conscious control.

Similarly, listening to depressing music made sad faces appear more miserable.
 
The findings were published in the journal Neuroscience Letters.
 
One of the report’s authors, Dr Joydeep Bhattacharya, described the results as «striking», especially in the way an emotionless face was rated happier after a burst of uplifting music.
 
He called for more research to discover how environmental sounds, such as background music in supermarkets, affected our emotions.
 
«What surprises us is that even as short as fifteen seconds of music can cause this effect. However more research is needed to find how long the effect lasts or if, and how, other factors such as musical preference and personality control this,» he said.»

Lo que sí os puedo asegurar es que siempre que dedicamos alguna sesión a actividades a partir de canciones, las clases suelen ser muy amenas y la actitud de los alumnos es mucho más positiva y participativa. Así que siempre que nuestro tiempo nos lo permita, creo que sería ideal preparar sesiones  para trabajar con canciones alegres y trasmitirles «buen rollo» para que les entren ganas de saber más más.

Una joya del 2012

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El pasado 13 de agosto un compañero de trabajo me enlazó una película documental en Facebook y me la recomendó encarecidamente. No os lo vais a creer, pero hasta este fin de semana no he podido sacar 2 horas 35 minutos para sentarme y disfrutarla en dos partes. Seguro que muchísimos de vosotros ya la habéis visto y los que no hayáis tenido la oportunidad, sacad un ratito porque vale mucho la pena.

La Educación Prohibida” es un largometraje argentino independiente que surgió de unos estudiantes de Comunicación Audiovisual y su preocupación por el futuro de la Educación. A modo de resumen, se cuestionan los 200 años de existencia de la escuela como la entendemos hoy en día y sacan la conclusión de que ésta se ha dedicado y se dedica a formar a personas obedientes, dóciles y preparadas para seguir formando parte y repitiendo el modelo impuesto por el poder.

Se tratan tantísimos aspectos de la educación que necesitaría horas y horas para reflexionar y expresar todos los sentimientos que me produjo esta joya de documental. Sin embargo, sí que os voy a dejar el concepto en el que se debería basar la educación según todos los pedagogos y profesionales de la docencia que han colaborado en este proyecto. De acuerdo con sus ideas, la educación debería estar basada en los pilares del amor, del respeto, del aprendizaje y de la libertad.

¿Qué creéis vosotros? Desde mi punto de vista, el amor es clave para incrementarles su propia autoestima, para que se sientan seguros y respetados, para que entiendan que ellos son el elemento más importante del proceso educativo y para que se motiven a buscar sus propios intereses y alicientes en la vida.

Os dejo un listado de las pedagogías y métodos tratados en la película por si os interesa profundizar un poco más en ellos:

En cuanto a las críticas, unos consideran que el planteamiento de estos profesionales es una mera utopía imposible de aplicar. Otros, he leído, consideran que no han abordado el ámbito familiar en relación a la importancia que tiene en la educación de los niños (yo también lo he echando un poco en falta). Si os interesa…

Aquí os dejo el trailer que sólo dura 3’08» y ya os deja con ganas de mucho más.

La película entera la podéis encontrar en YouTube, ya que es una película copyleft: gratis y legal, cuyos productores animan a la difusión, copia, adaptación y traducción de la misma. Pero os la dejo aquí también.

Y si pincháis aquí, tendréis acceso a su página de Facebook, que ya cuenta con 68.301 seguidores y en la que podréis encontrar información sobre la película o sobre la educación en sí.

Deseo que os entusiasme y os motive a probar cosas nuevas. Al menos, a tratar a los estudiantes con amor. Es la base para que luego todo funcione mejor.

Motivar a los desmotivados

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El otro día, una compañera de trabajo enlazó en Facebook un vídeo de una conferencia de Ken Wilson para el British Council sobre la motivación de los alumnos a través de diez técnicas diferentes. Simplemente, me apasionó. Y lo mejor de todo fue que aunque las técnicas iban dirigidas a los alumnos, a mí como profesora me hizo pensar sobre este tema y llegó a motivarme muchísimo.

Ken Wilson empezó siendo profesor de inglés lengua extranjera (EFL – English as a Foreign Language) y  formador de docentes en el ámbito de la enseñanza del inglés como lengua extranjera.  Hasta el 2002, fue el director artístico del English Teaching Theatre. Lo que más se destaca últimamente de su carrera profesional es su aportación de materiales editados sobre la enseñanza de la lengua inglesa (ELT – English Language Teaching). Además, suele dedicarse a hacer conferencias sobre temas relacionados precisamente con la enseñanza del inglés, como de la que os voy a hablar hoy.

El título de la conferencia es “Ten ways to get your students to do something” (“Diez maneras de conseguir que tus estudiantes hagan algo”). Ken hace referencia al húngaro Zoltán Dörnyei que, afirma, es la persona que más ha investigado en este campo de la motivación del alumnado. K. Wilson cita los seis factores motivacionales clave que, según unas investigaciones de Dörnyei, hacen que los estudiantes quieran asistir a tus clases. Estas claves por orden de preferencia son: que el profesor…

  1. …sea un entusiasta de lo que está enseñando.
  2. …anime a los alumnos.
  3. …crea realmente en el progreso y éxito de sus estudiantes.
  4. …se implique sinceramente para mantener buenas relaciones dentro del grupo-clase.
  5. …propicie una atmósfera de apoyo, fiable y firme.
  6. …valore las ideas y la participación de los estudiantes, fomente la autonomía y favorezca a que los alumnos puedan hacer suyo el espacio de la clase.

De acuerdo con Wilson, es muy curioso observar que de todos los puntos, el primero sea el entusiasmo del profesor. El autor pone un ejemplo de una tesis doctoral en la que se recogieron opiniones de unos estudiantes de Bucarest cuya educación se basaba en la inmersión en la lengua inglesa, lo que significa que todas sus asignaturas eran impartidas en inglés. El ejemplo más claro decía así:

“Prefiero tener un profesor entusiasta que no sea nativo, 
aunque su inglés no sea perfecto, que un nativo que no sea entusiasta”.

La clave para enganchar a los alumnos ya no a que les guste aprender inglés, sino a que les guste venir a nuestras clases es, como dijo Steve Jobbs, a amar lo que estamos haciendo.

Wilson explica que cuando tenemos un horario muy pesado, nuestros sentimientos suelen ser de miedo, ansiedad y, al final del día, de agotamiento. Por eso, considera que es imprescindible encontrar estrategias para motivarlos y entusiasmarlos. Para ello, lo que propone es que los asistentes a la conferencia se conviertan en sus estudiantes y, a la vez que explica sus diez técnicas, las pone en práctica y los mismos profesores del público las experimentan en primera persona.

Diez maneras de conseguir que tus alumnos hagan algo en clase

1. Haz que tus alumnos sientan curiosidad por lo que les presentas.

Wilson les presenta esta fotografía:

Las reacciones del público son de sorpresa. Les pregunta, en primer lugar, qué sienten al ver la foto y, luego, si quieren saber más  sobre esta persona. A partir de aquí crea diferentes actividades de expresión oral y de comprensión escrita.

2. Rétalos

A partir de las dos fotografías de abajo y de la pregunta: ¿Qué tienen estas dos personas en común?, Wilson crea una actividad grupal de comprensión lectora que reta a los alumnos a memorizar diferentes datos biográficos de los dos personajes.

           

3. Evita lo obvio

Los libros están llenos de referencias a personajes famosos, que suelen cambiar de apariencia y tienen historias poco interesantes. Pone el ejemplo de David Beckham. Wilson propone que utilicemos historias como la de Bethany Hamilton, una surfista que perdió su brazo a causa de un ataque de un tiburón y que volvió a surfear al poco tiempo del accidente.

4. Delega la responsabilidad

En este punto, Ken Wilson sugiere que el profesor hable con los tres alumnos clave en la clase y que les pida su ayuda. Cuando haya que hacer alguna actividad en grupo, estos tres alumnos los organizarán de manera que los grupos estén conformados por alumnos de diferentes niveles para poder ayudarse y motivarse entre ellos.

5. Enseña desconectado (de los materiales)

El autor comenta que es estudiante de alemán y que sus clases le desmotivan porque la profesora no se sale del patrón del libro ni de los temas que éste propone. Él considera que, de vez en cuando, es muy positivo poder depegarse de los materiales y ver a dónde lleva la conversación con los alumnos. Es cierto que muchas veces, no todos podrán seguir la conversación entera en inglés, pero ahí estamos para ayudarles. Si el tema les motiva, nos sorprenderán los rodeos que son capaces de dar para expresarse y ser entendidos.

6. Permite a tus estudiantes que utilicen sus tecnologías y sus habilidades tecnológicas

Este tema me encantó ya que él entiende el uso de los teléfonos móviles como un recurso didáctico muy positivo. Sin embargo, hoy en todos los centros donde he trabajado hasta ahora, el móvil está prohibidísimo. Nunca se ha llegado a pensar en las ventajas de tener a la gran mayoría de los alumnos con smartphones conectados a internet las 24 horas del día.

7. … y su imaginación.

Hagámosles más partícipes del proceso de enseñanza-aprendizaje y dejémosles que nos ayuden con su imaginación.

8. Descubre lo que saben y en lo que son buenos.

Permitámosles que tengan sus momentos de expresar sus conocimientos y sus habilidades. Muchas veces podremos aprovecharnos de sus aficiones y de sus intereses para crear clases que les puedan motivar a seguir aprendiendo.

9. Date un respiro

Apliquemos la metodología participativa y dejemos que sean los alumnos los participantes activos en el proceso.

10. Convierte tu clase en una tela de araña

Un poco en la línea del punto anterior, Wilson sugiere que si un alumno está participando y el resto necesita una aclaración, permitamos que sea el mismo alumno el que vuelva a repetirlo. Wilson se mueve todo el tiempo en el concepto del profesor como mediador y el alumno como participante activo y «personaje principal» del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Estos son las diez técnicas de Ken Wilson para motivar a nuestros alumnos. Aquí os dejo el enlace de la página donde podréis ver la conferencia o descargaros un artículo resumen de la misma: http://www.teachingenglish.org.uk/seminars/motivating-unmotivated

Está en inglés, pero el autor tiene un acento muy estandarizado y si tenéis nociones de inglés, no será difícil entenderlo. ¡Ánimo!